¿Alguien puede decirme por qué las fundas para portátiles son feas?¿Y por qué también hacen feas las fundas para cámaras digitales? Ahora me diréis que en Tiger

hay fundas de ordenador monas con estampados de patatas fritas y cebollas. NO, GRACIAS. 

Y lo de las fundas para cámaras es una cosa que ya me tiene fascinada. Todas son negras y horribles.

Cuenta la leyenda, que una vez y sólo en las altas esferas del universo bloguero se comercializó una funda para canon bonita. La firmaba la marca Kipling y la cara la ponía una conocida blogger. Si la queréis ver pinchad AQUÍ. Yo la persigo desde hace tiempo- a la funda no a la blogger- pero en la web de la marca está descatalogada. Vamos que sigo paseando el tumor negro que me regalaron con la cámara en Fnac. 

Por eso, traslado aquí la siguiente reivindicación: queremos fundas bonitas. Y no me creo que en un mundo en el que a tu móvil le puedes poner una funda con forma de oreja o con forma de oso panda no puedas adquirir una funda para tu portátil un poco coqueta. Amazon no me vale. 

Pero a mí ya no me hace falta una funda de ordenador. En una peregrinación religiosa a Tiger compré una en la que ponía STOP. No me siento demasiado identificada con una señal de tráfico así que he decidido comprar una tela y coserla a mano para customizar la funda. Espero que os guste. Además de sencillo de hacer, da un toque muy personal. Y lo mejor es que proteges la funda original y cuando la tela se estropee puedes poner otra!