Bérgamo ya no es la ciudad del aeropuerto
13:17
Ya puedo justificarme al decir que Italia es un país maravilloso. Es verdad, el norte me parecía menos atractivo y Bérgamo era...la ciudad del aeropuerto. Pero gracias a la escapada que hicimos, mi percepción ha cambiado por completo.
Bérgamo pertenece, al igual que Milán, a la provincia de la Lombardía. Entre ambas ciudades hay una hora de distancia y puedes desplazarte en tren (5.30 euros). La ciudad está dividida en dos partes; Bérgamo Alto o Viejo y Bérgamo Nuevo. De hecho, a una amiga y a mí las distribución de la ciudad nos ha recordado al pueblo de Aínsa (sí, morriña).
La ciudad ha pasado por muchas manos: romanos, venecianos, napoleónicos y austriacos. Por ello, la parte vieja está totalmente acorazada con una muralla del s.XV.
Para subir a la parte alta la opción más romántica es coger un funicular aunque por el mismo precio se sube en bus. Una vez en la ciudad vieja visitamos la Piazza Vecchia con el Palazzo Nuovo en obras y un curioso mercadillo de antigüedades; la Basílica de Santa María Maggiore (entra y admira los tapices), el Duomo y la famosa Capilla Colleoni con su inconfundible fachada en mármol policromo.
Piazza Vecchia.
Tapiz florentino.
Detalle del techo de la Basílica ¿recién restaurada?
Para comer nos hemos acercado a la calle más comercial: via della Boccola. Está llena de restaurantes y negocios decorados con sumo cuidado. Sin duda me quedo con una tienda de diademas hechas a mano. Las había de todos los colores y con una gran variedad de detalles.
Polentinas, postres típicos de la zona hechos con chocolate,
mantequilla, nueces y ron, y recubiertos con mazapán. Empalaga de oírlo.
Si queda tiempo, lo mejor es coger otro funicular para subir a la zona del castelo San Vigilio. Se encuentra todavía más alto que el Bérgamo viejo y las vistas desde allí son bastante imponentes.
¿Por qué evitaría antes viajar cuando hace frío? El otoño es lo mejor que le puede pasar a una ciudad.
¡Hasta pronto!
Adriana.
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